En cada rincón del mundo hay un baile donde el zapateo es crucial. Los estadounidenses tienen el "tap", los españoles el "flamenco", los irlandeses el "riverdance", los venezolanos tienen el "joropo", los mexicanos tienen el "zapateado", y así se encontrará un baile para cada nación hasta llegar a Argentina.
El Tango es lo primero que suele venir a la mente al pensar sobre un baile argentino. Sin embargo, entre sus danzas, el centro rioplatense dió nacimiento al Malambo durante el siglo 17. Una danza poderosa tradicionalmente masculina que originalmente se limita al uso de los pies en un pequeño espacio.
Pronto se dará a conocer con la presentación de Che Malambo en el Jack Singer Concert Hall de Calgary el martes 10 de abril a las 6:30 p.m.
El conjunto gaucho fue iniciado por un coreógrafo ex bailarín de ballet francés llamado Gilles Brinas, iniciando su actividad en Buenos Aires para luego viajar por el mundo cautivando audiencias en cada ciudad. Es en un ambiente de festivales criollos argentinos e intercambio cultural entre artistas de todo el mundo que nace un grupo de música, percusión y baile que se ha dado a conocer como Che Malambo.
Firmes movimientos que en un principio se idearon como una forma de expresar melancolía convirtiéndola en energía, movimiento y sonido. Partes del corazón argentino aún retumban de vez en vez con el sonido del malambo, y desde sus inicios se ha reiterado y variado su estilo hasta encontrar nichos culturales que poco a poco han paseado con su baile alrededor del mundo.
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