Preocupación, ansiedad, miedo, enfermedad e incluso muerte son ideas que últimamente agobian a muchos ciudadanos canadienses hoy en día cuando el país se encuentra enfrentando una tercera ola de contagios. Un fenómeno que está afectando a jóvenes y mayores por igual, pues ambos enfrentan la incertidumbre económica (ya sea su futuro financiero o el proceso para el final de su vida) que provoca este contexto histórico.
Esto ha generado una pregunta: ¿Cómo vivir de la mejor manera posible cuando sé del acecho de un virus que puede acabar con mi mundo? Una interrogante que asalta a toda la población pese al contexto diverso de cada situación y cada persona individualmente.
¿Qué hacer para lograr la tranquilidad?
Ante la desidia, los expertos en psicología recomiendan diversas prácticas como la meditación o el centrarse en pensamientos positivos, pero aunque estas técnicas pueden ayudar, al momento de tomar una decisión financiera trascendental, pierden su fuerza. Decidir si volver a trabajar en la oficina, si deben sus hijos regresar a las aulas de clase, si las visitas al abuelo en el hogar de cuidado es beneficioso, entre muchas otras preguntas causan un ruido mayor en la mente de las personas durante estos tiempos.
Todas estas cuestiones aparecerán perennemente por lo que todo el tiempo intentaremos buscar las mejores soluciones para ellas, mientras que la mismo tiempo hacemos malabares para encontrar la manera más positiva de seguir disfrutando la vida y cómo abordar la muerte si esta llega a la puerta.